Tuve la ocasión de probar durante cerca de una hora un DS5 Hybrid4 Sport, y la impresión que me llevé del cambio CMP en combinación con los cuatro modos de funcionamiento del híbrido (Auto, ZEV, 4WD y Sport) es magnífica.
En el modo ZEV (sólo eléctrico), disponiendo sólo 37 CV, el vehículo se desplaza sin aparentes problemas pese a tener un peso por encima de 1700kg. La autonomía en este modo, con la carga "normal" de la batería (en las pruebas del ZEV estaba por encima de 3/4), era de unos 2 km. Nominalmente, con la batería totalmente cargada, deberían poderse recorrer unos 4 km.
Una vez agotada la batería, la transición al modo Auto es una delicia: absolutamente suave. Apenas se nota la entrada del motor de combustión, ni acústicamente, ni con adiciones bruscas de potencia. Realmente se nota la buena insonorización de la cabina: cuando entra el motor de combustión, apenas se percibe. Casi todo es ruido de rodadura o aerodinámico
Otro aspecto que me pareció muy logrado es la suavidad en la autodesconexión del motor eléctrico, forzada a partir de 120 km/h. No se percibe la pérdida de potencia (aunque realmente se suspende la tracción sobre el eje trasero). En cualquier caso, creo que los ingenieros deberían haber "estirado" el momento de la desconexión, al menos, a los 140 km/h: estar adelantando a 120 km/h y perder 37 CV de los 200, no es una funcionalidad que ayude mucho a la seguridad. ¿Se puede afirmar que el Hybrid4 "entrega 200 CV" cuando a partir de 120 km/h sólo dispone de los 163 CV del HDI (y en función de en que parte de la curva del par nos encontremos, incluso menos)?
El mando selector de modos es demasiado sensible: al "rotarlo" para cambiar el modo, en muchas ocasiones acabé en un modo destino no deseado (en el caso del ZEV, se entiende que sea saltado si no hay suficiente potencia almacenada en la batería, pero en los otros, no), bien porque "avanza" uno más o se queda corto. Supongo que es demasiado sensible (cuestión de acostumbrarse).
No aprecié mucha diferencia de usabilidad entre el modo Automático y el Manual del CMP, ya que en el automático el cambio de marcha pueden también ser forzado por el conductor actuando sobre las levas del volante. Creo que la diferencia está en el tiempo de ejecución del cambio de marcha robotizado (más rápido en el manual).
En cuanto al consumo también quedé gratamente sorprendido: en conducción tranquila en modo auto, se situaba entre 4 y 5 l/100 (circulación extraurbana y por carretera). Cuando pasé a "probar" la respuesta del modo Sport, la media se subió a 7 l/100. Por cierto, pese al sobrepeso del híbrido frente a las versiones con motor de combustión, el coche se mueve con agilidad.
Sólo queda por conocer la fiabilidad del motor híbrido a medio y largo plazo, así como la duración de las baterías (o en que momento empiezan a bajar su rendimiento). Pero para ello deben pasar algunos meses y años con el DS5 hybrid4 circulando.
En el modo ZEV (sólo eléctrico), disponiendo sólo 37 CV, el vehículo se desplaza sin aparentes problemas pese a tener un peso por encima de 1700kg. La autonomía en este modo, con la carga "normal" de la batería (en las pruebas del ZEV estaba por encima de 3/4), era de unos 2 km. Nominalmente, con la batería totalmente cargada, deberían poderse recorrer unos 4 km.
Una vez agotada la batería, la transición al modo Auto es una delicia: absolutamente suave. Apenas se nota la entrada del motor de combustión, ni acústicamente, ni con adiciones bruscas de potencia. Realmente se nota la buena insonorización de la cabina: cuando entra el motor de combustión, apenas se percibe. Casi todo es ruido de rodadura o aerodinámico
Otro aspecto que me pareció muy logrado es la suavidad en la autodesconexión del motor eléctrico, forzada a partir de 120 km/h. No se percibe la pérdida de potencia (aunque realmente se suspende la tracción sobre el eje trasero). En cualquier caso, creo que los ingenieros deberían haber "estirado" el momento de la desconexión, al menos, a los 140 km/h: estar adelantando a 120 km/h y perder 37 CV de los 200, no es una funcionalidad que ayude mucho a la seguridad. ¿Se puede afirmar que el Hybrid4 "entrega 200 CV" cuando a partir de 120 km/h sólo dispone de los 163 CV del HDI (y en función de en que parte de la curva del par nos encontremos, incluso menos)?
El mando selector de modos es demasiado sensible: al "rotarlo" para cambiar el modo, en muchas ocasiones acabé en un modo destino no deseado (en el caso del ZEV, se entiende que sea saltado si no hay suficiente potencia almacenada en la batería, pero en los otros, no), bien porque "avanza" uno más o se queda corto. Supongo que es demasiado sensible (cuestión de acostumbrarse).
No aprecié mucha diferencia de usabilidad entre el modo Automático y el Manual del CMP, ya que en el automático el cambio de marcha pueden también ser forzado por el conductor actuando sobre las levas del volante. Creo que la diferencia está en el tiempo de ejecución del cambio de marcha robotizado (más rápido en el manual).
En cuanto al consumo también quedé gratamente sorprendido: en conducción tranquila en modo auto, se situaba entre 4 y 5 l/100 (circulación extraurbana y por carretera). Cuando pasé a "probar" la respuesta del modo Sport, la media se subió a 7 l/100. Por cierto, pese al sobrepeso del híbrido frente a las versiones con motor de combustión, el coche se mueve con agilidad.
Sólo queda por conocer la fiabilidad del motor híbrido a medio y largo plazo, así como la duración de las baterías (o en que momento empiezan a bajar su rendimiento). Pero para ello deben pasar algunos meses y años con el DS5 hybrid4 circulando.
Elen síla lúmenn` omentielvo
que traducido del élfico, viene a significar: un doble chevrón brilla sobre nosotros en la hora de nuestro encuentro
que traducido del élfico, viene a significar: un doble chevrón brilla sobre nosotros en la hora de nuestro encuentro